Entérate del por qué debes estar orgulloso del sitio donde te encuentres

En varias oportunidades, he visto cómo las personas (ya sean empresarios de fábricas, dueños de establecimientos, amas de casas) se esmeran por tener una bonita fachada. Hablo de una recepcion/sala impecable, limpieza minuciosa y objetos organizados, cuando realmente no consiguen cómo estar orgullosos del sitio donde se encuentran.

Por lo general, se preocupan por mostrar fotografías llamativas, tener un lugar espacioso… En fin, procuran lucir un ambiente acogedor y ameno con decoraciones destacables a la vista de los visitantes, clientes o comensales.

Sin embargo, cuando pides ir al interior (en el hogar, al patio; en la empresa, al almacen y en el restaurante, a la cocina) te das cuenta de la falta de limpieza y el profundo desorden que ocultan, creando así su propia cultura-convivencia. Además, escucharás excusas al entrar, como:

• «Disculpas por el desorden que hay».
• «Que pena es que tengo un problemas de plagas».
• «Tuvimos un accidente con un trabajador que se tropezo con un objeto mal parado».
• «No veas la suciedad».
• «Ellos no colaboran (sus empleados), por eso es que todo esta así».
• «Es que todo está fuera de su lugar».
• «No hay tiempo para limpiar».
• «El espacio es muy pequeño».
• «Tenemos una bote de agua que causa contaminación».

¿Te identificas con alguna de estas frases?

Si te da pena mostrar tu negocio/oficina/taller/casa a tu cliente, o visita, es porque no existe coherencia entre el interior de tu entorno y lo que se proyecta al exterior. Y es allí cuando debes preguntarte si es más importante lo que opinan los demás que lo que opinas, tú mismo/a, de tu espacio.

Hay que trabajar la coherencia y crear nuevos hábitos, pero tener disciplina es necesario para comulgar esas actitudes y seguir siendo productivos.

Antes de iniciar, requieres de evaluar cuáles paradigmas o creencias son las que manejas. Algunas muy comunes son:

En el trabajo

• «Los trabajadores no cuidan el sitio… ¿para qué perder el tiempo?»
• «Hay numerosos pedidos urgentes como para ponernos a limpiar».
• «Creo que el orden es el adecuado».
• «Me pagan para trabajar no para limpiar».
• «Necesitamos más espacio para guardar todo lo que tenemos».

En el hogar

• «¿Para qué ordenar? Los niños desordenan todo»
• «La esposa es la que ordena y limpia la casa».
• «No tengo mujer de servicio».

Aprende a crear nuevos hábitos

Hay un serie de hábitos que puedes empezar a implementar, solo basta con comunicar a los miembros de la familia u oficina/almacen/taller para que todos estén enterados y sigan la acción diariamente. Algunos que te recomiendo son:

Coloca cada cosa en su sitio

¿Qué pasaría si llegáramos todos los días a nuestra casa y las llaves del carro siempre están en el mismo lugar? No me respondas… ¡Al fin podrías salir a tiempo a todos lados! La necesidad de elegir un sitio para cada uno de tus objetos, y lograr que este sea respetado por todos los miembros de una casa es casi una norma para la sana convivencia y bienestar.

Asume la limpieza como una actividad de constante y una responsabilidad

¿Qué pasaría si cada vez que terminamos una tarea revisams que todo quede limpio para el turno o día siguiente ? ¡Ya no contrataríamos a nadie para hacer el mantenimiento! La necesidad de crear este hábito ayudara a mejorar el respeto que se tiene por nuestro entorno; se vuelve natural el entender que todos merecemos un ambiente ordenado y limpio.

Promueve la reflexión sobre el nivel de cumplimiento de las normas establecidas

¿Has probado la concientización sosegada en lugar del vociferar órdenes? La manera en que decimos las cosas afecta en las acciones de las personas que escuchan nuestras peticiones. Cambia el tono en que usas el lenguaje; tratar mejor a los otros es el primer paso para lograr compromiso hacia el cumplimiento de las normas de convivencia.

Aprendamos de los japoneses

Te cuento que, tanto en el seno de las familias como en las escuelas del Japón, no es casual que una de las primeras herramientas que se transmite para educar a los niños y jóvenes es el «Programa de las Cinco S»,. Es muy simple y a la vez muy poderoso; nos ayuda a eliminar las causas de una gran cantidad de problemas de actitud. Este hecho, posteriormente, contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas que comparten espacios, ya sean laborales o domésticos.

Beneficios del Programa de las Cinco S

• Orgullo del lugar en que se trabaja.
• Menos accidentes.
• Mejor imagen ante clientes/visitantes.
• Menos movimientos y traslados inútiles.
• Eficiencia en la busqueda de objetos.
• Mayor motivación del personal.
• Desaparición de las fuentes de suciedad.

Espero que esta entrada te haya sido de ayuda. Ya lo sabes: hay que romper paradigmas, crear nuevos habitos y trabajar la disciplina. Esta última es el último y necesario eslabón de una cadena que ayudará mucho a forjar el bienestar de los miembros de la familia, oficina, negocio o establecimiento que manejes.

En este sentido, te propongo un ejercicio de autoanálisis. Llena mi encuesta sobre orgullo del entorno laboral y hogareño haciendo click aquí.

¿Que te pareció esta entrada? Déjame saber tu opinión con un comentario.

PD: quiero contribuir a que mejores tu calidad de vida, así como la evolución de tu emprendimiento o empresa. Por eso, quiero contarte he preparado una experiencia de aprendizaje más completa con el fin de transformar tu área de trabajo.

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